Vamos a
ejemplificar una de las razones por las que inversores como Warrent Buffet son
contrarios a la retribución del dividendo en efectivo, aludiendo a la
destrucción de valor que esta supone.
El punto de partida es que la empresa puede obtener un ROE[1]
anual del 12% constante y las acciones se pueden vender a un PBV[2]
de 1,25x. Imaginemos que existen dos socios a partes iguales en un negocio de 2
millones de EUR de valor patrimonial, la compañía obtiene un ROE del 12 % (240.000 EUR) y se espera ganar el mismo 12% en las reinversiones
realizadas.
Por otra parte , hay personas
ajenas que siempre desean comprar acciones de la compañía al 125% de valor en
libros. Por lo tanto , el valor de lo que posee cada socio es ahora de 1,25
millones EUR.
Alternativa I.
Imaginemos ahora que los socios
desean reinvertir dos tercios de los beneficios y repartir en dividendos el
tercio restante, tal que con este plan recibiría una parte de dinero en
efectivo y participarían en el crecimiento de la compañía. De acuerdo con esta
política se repartirían 80.000 EUR
y se retendrían 160.000 EUR para aumentar los ingresos futuros del
negocio.
En el primer año, el dividendo
sería de 40.000 EUR para cada uno, y los ingresos se incrementarían,
manteniendo las ganancias equivalentes a un tercio , al igual que el dividendo.
En total , los dividendos y el valor de las acciones aumentarían un 8% cada año
( 12 % menos el 4% pagado).
Después de diez años, nuestra
empresa tendría un patrimonio neto de
4.317.850 EUR (los originales
2.000.000 EUR al 8 %) y el dividendo en el próximo año sería 86.357 EUR
. Cada uno de los socios tendría acciones por valor de 2.698.656 EUR ( 125 % del valor en
libros).
Comparativa entre dos políticas de reparto de dividendo diferentes
Fuente: Elaboración propia
Alternativa II.
En un enfoque alternativo, los
beneficios generados serían mantenidos en la compañía y cada socio vendería un
3,2% de las acciones cada año . Dado que las acciones se venderían al 125% del
valor en libros , este enfoque podría producir los mismos 40.000 EUR al
principio y que irían creciendo anualmente . Benjamin Graham llama a esta
opción “opción de liquidación”.
En este nuevo escenario, el valor
del patrimonio neto de la empresa se incrementaría hasta los 6.211.696 EUR después de diez años (
2.000.000 EUR al 12% ) . Al estar vendiendo acciones cada año el porcentaje de
participación iría disminuyendo y
al cabo de diez años se quedaría cada socio con el 36,12 % de la empresa. Aun
así , el valor de la participación en los recursos propios sería de 2.243.540
EUR. Y como cada euro de valor en libros puede ser realizado en mercado a 1,25
EUR, el valor de mercado de sus acciones restantes sería de 2.804.580 EUR,
alrededor de un 4 % mayor que el valor de las acciones si hubiéramos seguido el
enfoque de dividendos. Habría que añadir por otra parte, los ingresos de caja
anuales de la política de venta.
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